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El Señor este con nosotros amados hermanos. Ya hoy concluimos esta serie que hemos dedicado a las mujeres que se mencionan en la genealogía de Jesús. En orden hemos hablado de Tamar, Rahab, Rut y Betsabé. ¿Quién nos falta? “y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.” Mateo 1:16

Nos falta María la madre del Señor. Nelson nos da esta caracterización: “El carácter de María que se percibe en los Evangelios es el de una mujer judía espiritualmente sensible, fiel y obediente a la voluntad divina. Sin duda, de ella Jesús recibió su primera instrucción en las Escrituras.

Vamos acercarnos un poco a lo que el Nuevo Testamento nos dice sobre esta mujer.

La primera vez que la vemos es en la anunciación, el ángel Gabriel se le aparece y le dice “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” Lucas 1:28 como cualquiera de nosotros se asusta ante la presencia del mensajero de Dios y su noticia, ¿En qué sentido es muy favorecida y bendita? Sigamos leyendo lo que Gabriel le dice: “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.” Note que ha hallado GRACIA, la gracia es un favor INMERECIDO de parte de Dios a nosotros, entre tantas mujeres vírgenes escoge a María por su linaje y su fe.

El ángel se presenta a María

El protagonismo le pertenece a Dios y a su Hijo, él dice “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo” Lucas 2:32 hermano y hermana no olvidemos nunca que el grande, el bendito, el que merece toda la honra y los méritos es JESÚS no nosotros.

María no entiende nada, ella era virgen y estaba comprometida “¿Cómo será esto? pues no conozco varón.” Lucas 2:34 “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;” Lucas 2:35

Ante una situación tan delicada y poco creíble como responder o reaccionar, su respuesta es digna de recodar y aplicar en nuestras vidas “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.” Ella se refiere a sí misma como SIERVA del Señor que acata su voluntad.

Tiempo después va a visitar a Elizabeth su pariente una de las partes más tiernas del relato. El niño salto de alegría en el vientre de su parienta “Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.” Frase muy conocida, has tenido la oportunidad de ser la madre del Mesías. El hermoso texto que sigue conocido como el Magníficat nos muestra su conocimiento de las escrituras y su devoción por el Dios de Israel.

El nacimiento de Jesús fue en el lugar menos indicado, después de un tortuoso viaje. Se imagina hace nueve meses recibe un mensaje de que sería la madre del Hijo de Dios y al momento de traerlo al mundo lo hace en un establo. ¿Qué madre estaría contenta de traer al mundo un bebe en un lugar así? Recuerda los pastores que oyeron el canto “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y buena voluntad para con los hombres” ellos inmediatamente fueron a buscar a conocer al niño, no a sus padres, y cuando lo encontraron contaron todo, que nos comenta Lucas sobre María: “Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.”

Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón

A los ocho días nos los encontramos en el Templo para circuncidar a niño. Simeón le dice unas palabras a María que retomaremos más adelante. Viene la huida a Egipto. A los doce años están en Jerusalén en la pascua, Jesús se les pierde por tres días cuando le encuentran María le regaña: “Hijo, ¿por qué nos has hecho así?” seguramente recuerda la respuesta de Jesús, pero de sus padres se nos dice “ellos no entendieron las palabras que les habló” y conforme el niño seguía creciendo “su madre guardaba todas estas cosas en su corazón

Al comenzar su ministerio Jesús asiste a una boda en Caná, allí María se gana una reprimenda de su Hijo “¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.” En otro momento del ministerio ella va con sus hermanos a buscarle, todavía no entendía cuál era el propósito de Jesús. Todos pensaban que estaba fuera de sí. Jesús nos da una gran enseñanza aquí “He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios” Marcos 3:34,35

Uno de los textos más importantes para entender el papel de María lo encontramos en Lucas 11:27,28 “Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” ¿Qué es lo realmente importante?

En la última semana de Jesús nos encontramos nuevamente con María. Ella estaba junto a la cruz viendo su Hijo morir. Para nosotros es el Salvador el que está sufriendo en aquella cruz, para ella es también su Hijo. ¿Tiene usted hijos? Póngase en su lugar, su hijo no ha hecho nada y aun así lo condenan a la muerte y usted solo puede mirar. Así estaba María, que dolor cuando en medio de la muerte su Hijo muestra su cariño y amor por su madre y le pide a Juan que se ocupe de ella. Me imagino que recordaría la profecía de Simeón cuando Jesús solo tenía ocho días “y una espada traspasará tu misma alma” así se sentiría. El último encuentro con María lo tenemos después de la ascensión de Jesús a los cielos “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.”

María fue una mujer extraordinaria, no por gusto Dios la escogió para tamaño privilegio. Siempre se puso en las manos de Dios como instrumento para hacer su voluntad. ¿Tenemos nosotros la misma actitud?

Aunque muchas veces no entendía lo que pasaba y porque, la Biblia nos dice que ella meditaba en silencio en estas cosas. Un ejemplo digno a imitar en nuestras vidas. Fue también una vida de dolor y sufrimiento, ya viuda tener que presenciar la muerte de su Hijo como un vil criminal.

Pero nada de esto justifica que le adoremos, fue una mujer común como cualquiera. Necesitaba de un Salvador como cualquiera de nosotros. Cumplió con una misión especial de parte de Dios.

El protagonismo es de Jesús

Cuando pensemos en ella recordemos lo que dijo a los sirvientes de la boda “Haced todo lo que os dijere.” Lo que nos dice Jesús no María.

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