Serie de dos sermones sobre Isaías Capitulo 6, se incluye el podcast y el bosquejo del sermón.
# 1
TITULO: “CUANDO DIOS LLAMA, RECUERDA” TEXTO: Is. 6:1-7
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Introducción:
La relación del hombre con Dios siempre ha estado marcada por algo y no es que él sea el creador o seamos a su imagen y semejanza. ¿Saben lo qué es? Dios siempre es el que ha estado llamando y buscando al hombre desde que pecó en el jardín del Edén. Después que esto ocurre el libro de Génesis nos dice: “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” Gn 3:9
De Abraham se nos dice que Dios le llamó cuando estaba en Ur de los caldeos, a Moisés desde una zarza ardiente, a Samuel mientras dormía siendo un muchacho. En el Nuevo Testamento nos encontramos con Jesús llamando constantemente a sus discípulos, en una de sus parábolas más conocidas él dice “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” Jn 10:27, su voz y su llamado hoy día sigue atrayendo a muchos “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mt 11:28
A la iglesia de Laodicea que estaba en un estado espiritual peligroso le dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Ap 3:20 Vamos a estar aprendiendo en esta serie sobre el llamado que el Señor hiciera al profeta Isaías y como se relaciona con nosotros porque CUANDO DIOS LLAMA, RECUERDA
I. EL ES DIOS 6:1-4
A. Y reina. V1
- “vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime”
a) El vio lo que nos cuenta, una visión grandiosa y aterradora a la vez para cualquier hombre
b) El Señor estaba sentado en un trono alto (en los cielos) y sublime (majestuoso, noble y a la ve infunde respeto) - “y sus faldas (o su manto) llenaban el templo”
a) Su gloria y majestad llega hasta la tierra y permanece. - Esto nos recuerda lo que Dios mismo dijo al profeta “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies;” Is. 66:1
B. Y es alabado v2,3
- Por estos serafines que solo se mencionan aquí
a) Son una orden de ángeles cuyo propósito parece ser alabar a Dios.
b) Sus nombres significan “los que queman”
c) Cubrían su rostro de ver a Dios, sus partes íntimas y volaban para cumplir las tareas que Dios les asigna.- Su canto: v3
a) Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos;
(1) Es su forma superlativa de decir SANTISIMO
(2) La santidad de Dios es una constante para el profeta, Dios se separa de su pueblo por causa de su pecado constante por la inobservancia de su ley.
(3) No podemos pasar por alto el momento que se menciona en Apocalipsis 4:8 donde “cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas”
(a) “no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.”
b) toda la tierra está llena de su gloria
(1) Se usa para expresar poder y presencia
(2) Así como dominio
- Su canto: v3
C. Y se presenta v4
- “Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.”
II. YO SOY HOMBRE 6:5-7
A. No puedo estar en su presencia:
- ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
a) Cuando nos vemos delante de otros hombres estamos bien, puede que incluso pensemos que estamos bien parados
b) Pero cuando nos vemos al lado de Dios, nos damos cuenta de lo inmundo que somos.
(1) NTV “¡Todo se ha acabado para mí! Estoy condenado, porque soy un pecador”
c) Inmundo de labios “de los pensamientos del corazón habla la boca”
B. ¿Qué puedo hacer?
- Para no morir
- Qué podemos hacer nosotros
- NADA
C. Necesito que Dios me limpie. V 6y7
- Dios es el único que tiene la autoridad para perdonar pecados.
- ¿Cómo lo hizo?
a) “Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;”
(1) Un carbón tomado del altar del incienso, quizás, que estaba encendido perpetuamente
(2) Es Dios a través de su mensajero
b) “y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.”
(1) Se toca la boca, que era lo inmundo, de esta forma simbólica y ceremonial es limpiado su pecado.
(2) También implica que ya está listo para lo que sigue a continuación
Conclusión:
(Recapitular) Cuando Dios llama debemos recordar que él es Dios y Señor de todo y de todos, Santo, Santo, Santo apartado del pecado y toda injusticia. Delante de su presencia no nos podemos parar por méritos propios. Como hombres y por causa de nuestra inmundicia o pecado no podemos estar en su presencia, ni tener comunión con él. Isaías fue limpio con un tizón ardiente tomado del altar del sacrificio. ¿Cómo somos limpios nosotros hoy? Por medio de la sangra de Jesús, el cordero de Dios que fue sacrificado una vez y para siempre. Todos aquellos que obedecemos el evangelio somos justificados y cuando Dios llama no tenemos por qué escondernos. Ahora bien, cuando él nos llama ya podemos estar en su presencia ¿Qué es lo que sigue? En el próximo encuentro lo veremos. Por ahora no olvidemos las palabras de Pablo:
EPITOME: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” 1 Tm 1:15
#2
TITULO: “CUANDO DIOS LLAMA, RESPONDE” TEXTO: Is. 6:8-13
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Introducción:
Como ya vimos Dios es el que continuamente está llamando al hombre para restaurar la relación que se perdió en el Edén. Debemos recordar cuando Dios llama que él es Dios santo y perfecto, nosotros somos pecadores y si nos presentamos así delante de él seremos destruidos. Isaías lo sabía y se consideró hombre muerto hasta que su inmundicia fue quitada por Dios mismo. De esta misma forma como único podemos nosotros estar en su presencia es por medio del sacrificio de Jesús en la cruz del calvario. De esta forma somos reconciliados y Dios es nuestro Padre, gracias al Señor por eso. Como en el tiempo del profeta Dios continúa llamando a hombres y mujeres. ¿Cuál es su llamado? ¿Qué responderemos? Si porque: Cuando Dios llama, responde.
I. ACEPTA SU LLAMADO 8-9
A. “Después oí la voz del Señor, que decía”
1. En esta visión el profeta escucha la voz del Señor después de ser limpiado
2. Hoy día la voz del Señor la podemos oír a través de la lectura de su palabra.
3. Pero si no la leemos, nunca sabremos lo que Dios nos quiere decir.
B. A qué se llama a el profeta:
- “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”
a) Notemos la secuencia. Dios se presenta por lo que Isaías se da cuenta de su situación y de la necesidad de reconciliarse con el Señor o morir. Sus pecados son limpiados y por tanto debe estar listo para servir.
b) El Señor necesita hacer un trabajo que no puede hacer él o este nosotros
(1) NOSOTROS puede ser una referencia a la deidad, o a los ángeles.
c) Le toca responder a Isaías
d) Hoy también tenemos un llamado para realizar una tarea de parte de Dios que solo podemos hacer nosotros y aún los ángeles desean participar. Solo nosotros podemos predicar el evangelio, solo las ovejas producen más ovejas.
- Su respuesta: “Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”
a) El no pidió indicaciones, ni que le explicaran cual era la misión, el sencillamente acepto. Yo estoy disponible
b) Hemos aceptado nosotros la misión de predicar el evangelio y poner los dones y talentos que el Señor nos ha dado en su beneficio y el de su iglesia.
c) “Dios envió a su hijo, todavía envía a sus hijos”
II. ACEPTA LAS CONSECUENCIAS 9-13
A. Hablarás, pero no escucharán, no te harán caso V 9,10
- “Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.”
- ¿Cómo hablar sino me van a entender? ¿Para qué hablar sino va a surtir ningún efecto?
a) Nos resulta difícil entender la ironía de este texto. Pero seguro eran las preguntas que se hacía el profeta.
b) El profeta cuando se enfrentó a Dios se dio cuenta de su situación y buscó perdón. El pueblo de Israel cuando se enfrentará a la palabra de Dios por medio del profeta no entendería, ni escucharía y mucho menos se convertiría.
c) Acaso es diferente hoy día cuando predicamos el evangelio o peor acaso no sucede así muchas veces en el pueblo de Dios cuando la palabra de Dios es enseñada desde el púlpito.
B. ¿Hasta cuándo, Señor?
- Isaías no cuestiona la aparente ineficacia de su trabajo, el solo quiere saber qué tiempo lo debe hacer.
- La respuesta del Señor sigue siendo desconcertante:
a) “Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. Y si quedare aún en ella la décima parte, ésta volverá a ser destruida;”
b) Hasta que el castigo sea ejecutado por no oír y convertirse al mensaje del profeta. Hasta que el pueblo sea llevado cautivo y todo sea destruido.
c) Pongámonos en la piel del profeta, la misión que me ha sido encomendada ya es un fracaso. De todas formas, no va a servir de nada, el pueblo no se va arrepentir y el castigo de Dios es fuerte. Castigo para mi pueblo, mis amigos, mi familia.
(1) Acaso esto no es lo mismo en nuestros días.
d) Todavía nos mantendríamos diciendo “Heme aquí”
- No hay porque desanimarse
a) Hay esperanza v 13b:
(1) “como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa.”
(2) Siempre hay un remanente y aunque sea uno, vale la pena intentarlo.
(a) “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pd 3:9
Conclusión:
(Recapitular) cuando el Señor llama el espera que respondamos. Hoy nos llama a serle fiel, a predicar el evangelio y usar nuestros dones y talentos en función de su pueblo. Como Isaías podremos desconcertarnos, incluso perder la motivación o la esperanza. No debemos olvidar que por CADA PECADOR que se arrepiente hay gozo en el cielo. Si tan solo una persona se convierte al evangelio por cumplir nosotros con la gran comisión en el cielo hay fiesta y nosotros debemos estar seguros que nuestro trabajo no fue en vano.
Si nuestros hermanos no cumplen, nos desaniman, dejan de ser fieles, nos hacen pensar porque yo si los demás no se preocupan. Recuerde el final del evangelio de Juan. Pedro mira al discípulo amado y le pregunta a Jesús ¿Qué hay con esté? La respuesta de Jesús es la misma para nosotros hoy, ESO NO ES ASUNTO TUYO, preocúpate por cumplir con la misión que te acabo de encomendarEpitome: “¿qué te importa a ti? Tú sígueme.” Jn 21:22