Al igual que el resto de elementos que rodean y emanan de la actividad y desarrollo humanos, la moral y la ética también se encuentran sujetas a los procesos de transformación histórica. Las diferentes corrientes de pensamiento, la actividad cultural e intelectual, la evolución científica o el tipo de concepción que posee el ser humano de sí mismo son fruto del contexto sociocultural, político y económico del momento y el lugar en el que aparecieron y se desarrollaron (Hernando, 2014).
La esclavitud era la más deshumanizante situación que podía soportar una persona; ha existido desde tiempos inmemoriales en tanto que forma de avasallamiento y apropiación de la fuerza de trabajo por parte de sus semejantes.
Por qué Pablo en algunas de sus cartas está a favor de ciertas situaciones que ponen en entredicho la libertad de las personas por su condición de pobreza, de sexo, de estatus, etc. En nuestro caso analizaremos la situación de la esclavitud y lo que Pablo plantea acerca de este tema, en este empeño, la carta que más nos ayuda en la comprensión del mismo es la de Filemón, por el caso de Onésimo en su condición de esclavo.
- La esclavitud en el imperio romano.
Esclavo o servi era toda aquella persona carente de libertad y doblegada bajo la voluntad de otra. En el Imperio romano comprendían la base de la economía ya que eran la principal fuente de producción (a causa de ser la mano de obra más barata) y sus trabajos podían ser tan diversos como su señor quisiese, desde hombres y mujeres gladiadoras, esclavos públicos, servicio doméstico, campesinos o prostitutas en lupanares. (Ser esclavo en el Imperio Romano, 2020)
Existían dos tipos de esclavos, dependiendo de hacia quién debían mostrar lealtad. Los denominados servi publici eran los destinados a trabajar para el Estado, realizando tareas de mantenimiento de las poblaciones y obras públicas. Los esclavos conocidos como servi privati estaban solo al servicio de su dueño, trabajando en canteras, explotaciones rurales, minas, entre otros
Las causas principales por las que se incurre en esclavitud en Derecho romano son las siguientes: nacimiento, cautividad de guerra, condena penal, y disposición especial de la ley. (El sujeto de Derecho en Derecho romano (IV): causas de la esclavitud, 2020)
Desde el punto de vista legislativo los esclavos carecían de derechos por ser vistos como pertenencias u objetos, solo el señor de éstos tenía derechos sobre ellos. Al punto de una pérdida total de sus derechos, una cesación absoluta de la personalidad. (El sujeto de Derecho en Derecho romano (IV): causas de la esclavitud, 2020)
El pensamiento griego, partiendo del filósofo Aristóteles, atribuye al ciudadano de la polis todos los derechos y deberes que, según su criterio, posee un ser humano, pero no al resto a los cuáles encasilla en diferentes clases o estamentos, da por sentado que los esclavos son seres humanos que, por ley, han sido completamente desprovistos de su libertad. De esta manera, el esclavo se convierte en el instrumentum uocale, la “herramienta con voz” (Hernando, 2014). Por lo que técnicamente queda privado de todos estos derechos.
La posesión de esclavos era un factor importante cuando se determinaba la clase social a la que se pertenecía. Incluso las personas de clase media y los “manumitidos” (esclavos liberados) podían tener esclavos trabajando para ellos. Las familias romanas más ricas podían contar con más de un centenar de esclavos.
En el mundo grecorromano, los esclavos domésticos tenían un nivel de vida más elevado que los rurales, y podían además conseguir la libertad. En dependencia del tipo de amo que tuviera el esclavo, variaba su forma de trabajo, su nivel de vida y su estatus en la sociedad. La esclavitud se consideraba connatural a la existencia y el esclavo era visto como un objeto, propiedad de un amo, sin condición legal ni derecho social. El número de esclavos en la casa–familia dependía de los medios económicos de esta; incluso las familias pobres podían poseer un esclavo, más exactamente una esclava, quien debía realizar todos los trabajos: era portera, limpiadora, cocinera, camarera y hasta servidora sexual. (Rodríguez-Moreno, 2020)
En tiempos del Nuevo Testamento, la labor de los esclavos era fundamental para la economía del Imperio romano. Cerca de un tercio de la población estaba compuesta de esclavos (Arango, 2014). Esto nos da una mínima idea de lo que significaba hablar de este tema tanto para el mensaje liberador del Evangelio, como para el Imperio romano como tal. Sin duda alguna el manejo de este tema era bastante complicado y el Imperio estaría muy celoso sobre la más mínima aseveración a favor de los esclavos ya que eso necesariamente sería una conducta anti-imperial.
- Consideraciones sobre la esclavitud en el Antiguo Testamento.
A diferencia del mundo grecorromano, en el mundo de la Biblia –más exactamente en los códigos legales de los libros del Éxodo, Levítico y Deuteronomio– se presenta una imagen bastante distinta de la esclavitud. En Dt 5,12-18, por ejemplo, se propone una interpretación nueva de la condición del esclavo. A diferencia de Ex 21,1-11, en Dt 15,12 no solo se le llama “hebreo” sino “hermano”. La legislación del Deuteronomio introduce, además de esta perspectiva fraterna, condiciones de igualdad para esclavos y esclavas. “El código deuteronómico insiste en la fraternidad y la solidaridad que debe unir a todos los miembros del pueblo de Israel”. En el libro del Levítico, la legislación de Israel va más allá. Lv 25,39-43 establece que el “hermano”, si tiene que saldar deudas y se vende como esclavo, no se ha de tratar como tal sino como un jornalero o huésped, y no se le impondrán trabajos de esclavo. Así, para el Levítico queda abolida la esclavitud entre el pueblo de Israel[1]. (Rodríguez-Moreno, 2020)
Estos preceptos los conocía el Apóstol, por lo que llama la atención que no los usará, mencionará o reformulará para el cristianismo naciente. ¿Acaso la retórica paulina busca persuadir a sus destinatarios en una dirección diferente a la del Antiguo Testamento, conservando paradójicamente el statu quo de la esclavitud en el mundo grecorromano?
- Citas de Pablo sobre la esclavitud
Analizaremos brevemente las citas más importantes del apóstol Pablo porque son sus cartas las que estamos estudiando.
Pablo contempla la institución como algo establecido:
“Todos los que estén bajo el yugo de la esclavitud consideren a sus dueños como dignos de todo respeto, para que no se blasfeme del nombre de Dios y de la doctrina” (1Tim. 6, 1)[2].
“Que los esclavos estén sometidos en todo a sus dueños, que sean complacientes y no les contradigan; que no les defrauden, antes bien muestren una fidelidad perfecta para honrar en toda la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tit. 2: 9,10). En este en particular parece que deben actuar en toda sumisión y obediencia.
“Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con sencillez de corazón, como a Cristo, no por ser vistos, como quien busca agradar a los hombres, sino como esclavos de Cristo que cumplen de corazón la voluntad de Dios; de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres; conscientes de que cada cual será recompensado por el Señor según el bien que hiciere: sea esclavo, sea libre” (Ef. 6, 5-8)
No menos cierto es que exige a los amos comportarse ante ellos dignamente:
“Amos, obrad de la misma manera con ellos, dejándoos de amenazas; teniendo presente que está en los cielos el Amo vuestro y de ellos, y que en él no hay favoritismos” (Ef. 6, 9).
“Amos, dad a vuestros esclavos lo que es justo y equitativo, teniendo presente que también vosotros tenéis un amo en el cielo” (Col. 4, 1). Amenazándolos incluso de recibir el castigo que corresponda a su comportamiento inicuo respecto del esclavo: “Al [amo] que obre la injusticia, se le devolverá conforme a esa injusticia; que no hay favoritismos” (Col. 3, 25)
Claramente el Apóstol, no estuvo en contra de la esclavitud, en el estado que fuiste llamado en él te quedas: “¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes. Y, aunque puedas hacerte libre, aprovecha más bien tu condición de esclavo. Pues el que recibió la llamada del Señor siendo esclavo, es un liberto del Señor; igualmente, el que era libre cuando recibió la llamada, es un esclavo de Cristo.” (1Co. 7, 20-24)
En el caso de la Carta a Filemón (Rodríguez-Moreno, 2020) nos dice:
Esta estructura visualiza cómo Pablo propone a Filemón y a la iglesia que se reúne en su casa-familia nuevas formas de relacionarse basadas en la igualdad humana en Cristo.
Por último, son incontables las ocasiones en las que Pablo defiende la idéntica dignidad humana de esclavos y de libres (La Esclavitud en el pensamiento de San Pablo, 2020):
“Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu” (1Co. 12, 13).
“Donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos” (Col. 3, 11).
- Análisis del pensamiento de Pablo al respecto
En estos primeros tiempos, la mayor parte de la predicación del mensaje cristiano se llevaba a cabo en las ciudades, por lo que fue en las grandes urbes donde encontraríamos a la mayoría de seguidores cristianos. En este sentido, los primeros cristianos tuvieron que adaptar su lenguaje y mensaje para que éstos fueran comprendidos por las masas de habitantes del Imperio Romano, lugar en el que la esclavitud se encontraba al orden del día (Hernando, 2014).
Para (Hernando, 2014) al estudiar las citas de Pablo:
Lo primero que observamos en todos estos pasajes es la exhortación directa del predicador a los esclavos, quiénes son tomados en consideración ya que se les tiene en cuenta. Por otro lado, vemos como Pablo aconseja a los esclavos cristianos a obedecer tácitamente a sus amos, ya que ese es su propósito y por ello Dios les compensará en el Más Allá. En ningún momento, pero, se da a entender que los sujetos hayan sido sometidos a la esclavitud por voluntad divina, sino por voluntad de los hombres, eximiendo de toda responsabilidad a la divinidad. Igualmente, los esclavos deben resignarse por completo a su condición, ya que, si no es así, Dios los castigará por sus acciones[3].
Vemos, pues, como los amos han de tomar el ejemplo de Cristo, una realidad justa y equitativa, ya que, si no deberán responder ante el juicio de Dios, quien es amo de todo y de todos, por sus malas acciones y despropósitos, ya que el maltrato innecesario del esclavo se encuentra punido, otorgando cierto grado de humanidad al sujeto esclavizado.
En el caso de la carta de Filemón, (Arango, 2014) nos dice:
Aunque Pablo nunca especifica que el dueño deba poner en libertad a su esclavo, esa es la intención firme de la carta, con el complemento de establecer nuevas relaciones fraternas y justas, lo cual sería la real posición de la iglesia en coherencia con el mensaje que proclamaban y en consecuencia el camino a seguir por quienes participaran de la iglesia sería dejar en libertad a sus esclavos restituyéndoles en el mal que les hubieran causado.
Es cierto que Pablo da a entender que debe poner en libertad a Onésimo o al menos permitirle que le siga sirviendo, concordamos con (Reyes, 2012) no es más que una petición personal por Onésimo y no presenta una idea revolucionaria de abolición de la esclavitud o que sea una conducta a imitar por el resto de los cristianos dueños de esclavos como propone (Arango, 2014). Coincidimos con (Rodríguez-Moreno, 2020) cuando nos dice:
La Carta significó seguramente una gran novedad para los miembros de esta iglesia doméstica, dadas las condiciones socioculturales constitutivas de su escenario de lectura.
Pero no podemos estar de acuerdo cuando nos dice:
Así, según Pablo, Onésimo pasa de ser esclavo a ser hermano querido; el vínculo entre ellos debe estar marcado por el amor cristiano.
Es correcto que son hermanos, pero eso automáticamente no hace que deje de ser esclavo o tratado como tal.
“18 y si en algo te trato injustamente (perjudicó), o algo te debe, cárgalo a mi cuenta.”
En el v. 18 parece que los verbos ὀφείλει y ἐλλόγα cumplen una función retórica judicial, pues Pablo quiere obrar en justicia con Filemón. De hecho, el término ἐλλόγα destaca con mayor fuerza la súplica de Pablo, porque si Onésimo causó algún daño voluntariamente a Filemón, Pablo se ofrece a resarcirlo en su nombre. Así mismo, los verbos. ἠδίκησεν, ὀφείλει, ἐλλόγα tienen sentido técnico: el primero como un trato injusto dado a alguien, el segundo con referencia a una deuda financiera y el tercero como cargar un pago a la cuenta de alguien. (Rodríguez-Moreno, 2020)
Para algunos no es claro que sea un esclavo fugitivo o que haya robado algo a su dueño. Lo que nadie pone en tela de juicio es que era esclavo que Pablo por alguna causa estaba intercediendo por él ante Filemón y la iglesia que se reunía en su casa. Y dejaba la decisión a este, no le obliga a tomar un determinado curso de acción.
- Ideas finales de algunos estudiosos del tema de la esclavitud
Agustín de Hipona (354 d.C. – 430 d.C.), nació en el sino de una familia acomodada originaria de la ciudad de Tagaste, Numídia. Oficialmente, se convirtió al cristianismo en el año 385 d.C., y 2 años después, en el 387 d.C., a la edad de 32 años, fue bautizado por Ambrosio de Milán, quien sería su maestro. En el 395 d.C., fue nombrado obispo de Hipona, también en la provincia romana de Numídia, en la que residiría y ejercería el episcopado hasta el fin de sus días, el año 430 d.C., cuando murió durante el asedio vándalo de la urbe. En esencia decía que cada individuo debe aceptar la condición que le ha sido impuesta por la sociedad, ya que la ley es el único instrumento mediante el cual es posible conservar el orden social establecido y nada debe hacerse contra ella, ya que si las personas actuaran como debieren y no existiera el pecado, no habría razón alguna para la existencia de la esclavitud. Además, siguiendo los mismos postulados que Pablo de Tarso, exhorta tanto a amos como a esclavos a no dejarse llevar por las pasiones y a actuar lo más buenamente posible, es decir, aconseja a los propietarios a evitar la soberbia y a no abusar de su poder, e igualmente sugiere a los esclavos el ser fi eles y a realizar sus tareas lo mejor posible, ya que, según su visión escatológica del mundo, una vez llegado el Día del Juicio Final, Dios tan sólo tendrá en cuenta a aquellas buenas almas que se han regido por los principios propugnados por el Cristianismo y no por la condición social que ostentaron en vida, pues es en la muerte cuando todos los seres humanos devienen iguales (Hernando, 2014)
Algunos estudios alegan que el primer cristianismo no cuestionó las grandes diferencias sociales existentes debido a la creencia de que el mundo llegaría a su fin muy pronto y que, por lo tanto, resultaba absurdo intentar cambiarlo mediante la realización de discursos o acciones demasiado contestatarias (Hernando, 2014) y (Reyes, 2012)
Juan Calvino comentando la epístola de Filemón nos dice (Calvino, 1982):
La singular elevación del pensamiento de Pablo, aunque pudiera considerarse de mayor provecho en sus otros escritos que tratan de asuntos de mayor importancia, es confirmada también en esta epístola, en la cual, entre tanto que se ocupa de un asunto bajo y sin importancia, se eleva a Dios con su acostumbrada exaltación. Devolviendo un esclavo y ladrón fugitivo, pide perdón para él.
Calvino entiende que lo importante de la epístola es el perdón y la restauración de la relación amo-esclavo ahora que ambos son cristianos y hermanos en la fe. Pero no es atacar la institución de la esclavitud vigente en su tiempo.
(McLarty, 2016):
La esclavitud en sí no fue condenada directamente en el Nuevo Testamento, sin embargo, el evangelio de Cristo puso en marcha cambios que finalmente destruyeron la institución en muchas regiones del mundo.
Pensadores de corte comunista son más benevolentes con las ideas cristianas al respecto, Kovaliov o Staerman, entendían que aún y no presentar una lucha directa contra la política y las normas sociales que oprimían a los estamentos más marginales de la sociedad romana, el cristianismo sí que propuso una salida basada en aspectos ético-religiosos y metafísicos que también debe de ser concebida como una forma de protesta contra el sistema. Según el francés Joël Schmidt, la Iglesia cristiana no buscaba provocar una revolución social en el mundo romano para así cambiar las cosas, ya que ello podía costarle la existencia. Este tipo de rebeldía observada por los investigadores marxistas poseía tanto un ámbito espiritual como sustancial: espiritual porque enfatizaba aspectos como la conciencia y la moral, y en sustancia porque en este plano introspectivo se cultivaban cualidades que relativizaban el peso de valores como el egoísmo, la riqueza material, el ideal de nobleza, la gloria… que se habían convertido en las principales aptitudes a desarrollar para muchos de los súbditos del Imperio. A pesar de ello, y llevando una vida lo más en consonancia posible con los preceptos cristianos, el creyente debía vivir y aceptar las normas de la sociedad en la que vivía y se desarrollaba. Citados por (Hernando, 2014)
- Conclusiones
Pablo no se opone a la esclavitud, pero por eso no deja de proponer un cambio transcendental para su época, le da al esclavo los derechos que no tiene. En Cristo todos somos iguales ahora mismo, no cuando el Señor venga como dice Agustín, sin ningún tipo de discriminación, todos somos iguales para Dios y así debe ser entre nosotros.
Cuando Pablo le pide a Filemón que acepte a Onésimo como un hermano querido, le está diciendo que independientemente de la posición social de Onésimo (esclavo), en el ámbito de las relaciones en Cristo, los dos (Filemón y Onésimo) tienen la misma condición. Los roles en la sociedad no pueden ser una excusa para negar la dignidad humana y más aún para desconocer al otro como hermano; tampoco para establecer relaciones jerárquicas por el estatus social.
Esta es posiblemente la razón por la cual Pablo no busca cambiar la condición social de los esclavos. Más allá del cargo, del rol social, del nivel económico y del trabajo que desempeñe una persona, desde la perspectiva cristiana, es decir, en Cristo, todos los seres humanos están al mismo nivel (Filemón y Onésimo). (Rodríguez-Moreno, 2020)
Como dice (Reyes, 2012) si hasta hace unos 200 años se mantenía vigente la esclavitud en países “cristianos” como Estados Unidos, Cuba y Brasil[4]. Resulta muy iluso hacer reproches a Pablo porque no se pronunció contra ella en el siglo I.
Referencias
Arango, D. H. (2014). El mensaje liberador de Pablo en la carta a Filemón. Realitas, 22-27.
Calvino, J. (1982). Comentarios a las epístolas pastorales de San Pablo. Michigan: Gran Rapids.
El sujeto de Derecho en Derecho romano (IV): causas de la esclavitud. (20 de Febrero de 2020). Obtenido de Derecho Romano: https://www.derechoromano.es/2015/12/sujeto-derecho-romano-causas-esclavitud.html?m=1#:~:text=Las%20causas%20principales%20por%20las,disposici%C3%B3n%20especial%20de%20la%20ley
FITZMYER, J. A. (2004). TEOLOGÍA DE SAN PABLO SÍNTESIS y PERSPECTIVAS. Ediciones Paulinas.
Hernando, R. C. (2014). La justificación teológica de la esclavitud: Agustin de Hipona. I Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores del Mundo Antiguo (págs. 739-762). Murcia, España: Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía, Universsidad de Murcia.
La Esclavitud en el pensamiento de San Pablo. (20 de Febrero de 2020). Obtenido de Religión y libertad: https://www.religionenlibertad.com/amp/blog/13161/de-la-esclavitud-en-el-pensamiento-de-san-pablo.html
McLarty, B. (2016). Filemón. Introducción. La verdad para hoy.
Monasterio, R. A. (2008). LA PERSONA Y LA OBRA DE SAN PABLO. (pág. 14). Aula de Teología.
Perfetti, M. E. (2010). Historia de la esclavitud en Occidente. (pág. 8). Caracas, Venezuela: Universidad Metropolitana.
Reyes, G. A. (2012). Jesús y la buena nueva. Transfondos políticos y sociales en el Nuevo Testamento. La Habana Cuba: Ediciones Cubanas.
Rodríguez-Moreno, M. B. (2020). Poner la casa (οἶκος) en orden: reconfiguración de relaciones en la Carta a Filemón. Theologica Xaveriana, 1 – 19.
Ser esclavo en el Imperio Romano. (20 de Febrero de 2020). Obtenido de https://canalhistoria.es/blog/ser-esclavo-imperio-romano/
Suqué, J.-M. C. (2007). ESCLAVITUD Y CRISTIANISMO. REVISTA BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES.
Vera, D. (2010). SER “ESCLAVO DE LA TIERRA” EN ITALIA TARDOANTIGUA:LA RACIONALIDAD DE UNA DEPENDENCIA. ANALES DE HISTORIA ANTIGUA, MEDIEVAL Y MODERNA.
Welton, D. M. (2008). El derecho internacional y la esclavitud. Military Review, 54-64.
[1] Al menos entre los nacionales que quedaban como esclavos por una deuda contraída.
[2] Una idea similar pero más radical aún encontramos en 1 Pd 2:28-21 donde dice no solo a los buenos amos también a los severos o malvados.
[3] Esta es la interpretación que da Agustín de Hipona a la esclavitud
[4] Brasil fue el último país en abolir la esclavitud en 1888