Gracias a Dios por encontrarnos nuevamente aquí en el estudio del domingo para juntos acercarnos a la Palabra de Dios. Más aún aprendamos como aplicarla en nuestras vidas. Esta es la cuarta emisión que dedicamos a una de las cartas más cortas del Nuevo Testamento, Filemón.

Una carta que hemos dicho desde el principio llena de amor. Y es que nos es fácil darnos cuenta de la utilidad de la misma para nuestra vida, nos ha hablado de una familia cristiana ejemplar y de un cristiano ejemplar. Hoy nos adentramos en el propósito de la misiva y veremos a un hombre como Pablo no abusando de su posición de anciano, preso y apóstol sino dialogando y convenciendo a Filemón con amor por un hermano ejemplar, el esclavo fugitivo Onésimo.

¿Cómo introduce Pablo el tema o petición a favor de Onésimo? Escuchemos: “Por esta razón me atrevo a pedirte un favor. Podría exigírtelo en el nombre de Cristo, porque es correcto que lo hagas. Pero, por amor, prefiero simplemente pedirte el favor. Toma esto como una petición mía, de Pablo, un hombre viejo y ahora también preso por la causa de Cristo Jesús.”

Cuantos conflictos se solucionarían si sabiendo que tenemos la autoridad o la razón optamos por el método del apóstol. Alguien que está dolido, incluso molesto como lo podía estar Filemón por los perjuicios que le había causado el esclavo fugitivo, no le podías hablar con imposición, podía ser peor el remedio que la enfermedad.

Lo mismo debemos aprender nosotros, pedir las cosas de favor y CON AMOR presentando nuestros argumentos en Cristo, pero con amor. Pablo podía exigir que le recibiera y estaba bien sin embargo opta por este camino. “me atrevo a pedirte un favor, …por amor, … un hombre viejo y ahora también preso”

¿Cuál es el favor? “Te suplico que le muestres bondad a mi hijo Onésimo. Me convertí en su padre en la fe mientras yo estaba aquí, en la cárcel.” Sigue en la misma línea de acción “Te suplico le muestres bondad” ahora te toca a ti mostrar el mismo amor que yo te he mostrado, ahora te toca a ti mostrar el amor que profesas, ahora te toca mostrar a ti la bondad que Cristo ha tenido con nosotros.

Onésimo es un hijo para el apóstol, es su hijo en la fe en el sentido de que es muy probable que Pablo lo haya convertido al cristianismo. Aquí tenemos otro punto que se nos puede pasar por alto. La gran comisión que Jesús nos dejó no se limita a ganar almas para Cristo, ese es el comienzo tenemos que enseñarles TODAS LAS COSAS que el Señor nos ha mandado. Esto es lo que Pablo está haciendo con Onésimo y también con Filemón. Por un lado, Onésimo que sabía a lo que se arriesgaba como fugitivo a regresar a su amo Pablo lo estaba mandando hacer lo justo, pero no solo, él lo estaba representando en el asunto. Y por otro Filemón dándole el ejemplo que, aunque fuera apóstol estaba sujeto hacer lo legalmente establecido que era devolver al esclavo fugitivo, lo que exigía el mismo nivel de justicia, compresión y amor de la otra parte.

¿Quién era Onésimo? Dice: “Onésimo no fue de mucha ayuda para ti en el pasado, pero ahora nos es muy útil a los dos. Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón.” Su nombre quiere decir útil o provechoso y Pablo usa esta idea, antes de ser cristiano no hacía honor a su nombre no te servía se fugó, ahora que es cristiano hace honor a su nombre y nos es provechoso a los dos.

Por esta razón te lo envió de vuelta recíbelo como si fuera yo y nuevamente vemos el amor como hilo conductor de la carta “con él va mi corazón” por ser un alma que se había fugado de ti y de Dios y ahora se ha rescatado, por lo útil que me ha sido después de eso y porque espero que tú Filemón muestres ese mismo amor.

“Quería retenerlo aquí conmigo mientras estoy en cadenas por predicar la Buena Noticia, y él me hubiera ayudado de tu parte. Pero no quise hacer nada sin tu consentimiento. Preferí que ayudaras de buena gana y no por obligación.” Estos dos versículos nos enseñan mucho. Pablo dice lo hago porque es lo justo, porque falta me hace aquí viejo y preso que necesito ayuda, es como si tú estuvieras aquí ayudándome porque es tú esclavo. Es muy probable que este no fuera el único esclavo de Filemón, Pablo dice no quiero hacer nada sin antes comunicártelo y que tu decidas sin presión alguna, según tu voluntad lo que vas hacer.

Onésimo era un esclavo fugitivo que ahora se convierte en cristiano por la predicación de Pablo y le servía. Los justo era devolverlo a su dueño y es lo que hace el apóstol. Da un ejemplo de cómo hacer las cosas y nos demuestra que esta es una carta llena de amor ahora por un hermano ejemplar Onésimo.

El cristianismo, el verdadero, transforma a las personas a la imagen de Cristo. El inservible esclavo fugitivo se había convertido en el provechoso cristiano Onésimo. Pablo también demuestra lo que es ser seguidor de Cristo y muy a su pesar devuelve al hombre que le había sido útil en sus prisiones porque es lo justo. No obstante, intercede por el con amor tanto por Onésimo como por Filemón sin exigir, aunque le asiste el derecho de hacerlo, dejando la decisión a la buena voluntad de cada uno. Por un lado, de Filemón devolverlo a Pablo y por otro el de Onésimo de regresar con su antiguo dueño.

Si porque también pensemos en el esclavo él también está dando una muestra de respeto y de cambio en su vida, podía no haber obedecido a Pablo y escapar, pero esa no es la actitud cristiana. Como cristianos debemos enfrentar el problema y las consecuencias de nuestros actos.

Cuantas cosas aprendemos para nuestra vida, somos iguales de íntegros que estos hombres. Apelamos hacer lo justo sobre lo que nos conviene. Nos preocupamos por guiar a nuestros nuevos hermanos más allá de su conversión enseñándole a vivir como Jesús, viviendo la vida que él llevo siempre. Solucionamos nuestros conflictos con amor hacia todas las partes y el deseo de reconciliar y que todos ganemos en Cristo. Dios nos ayude a impregnarnos del amor de Cristo en nuestras vidas como destila en esta carta.